El pasado sábado día 6 José y Soledad cumplieron 50 años de casados, y celebraron sus bodas de oro en la iglesia parroquial de Navas del Pinar. Desde aquí les enviamos nuestras más sinceras felicitaciones y os ponemos el texto que leyeron sus hijos al final de la ceremonia.

Buenos días.

En primer lugar, me gustarla agradeceros el esfuerzo que habéis hecho por acompañarnos en este día tan especial para nuestra familia y, en especial, para mis padres: su 50 aniversario de boda, 50 años de momentos felices y también dificiles, que han sabido siempre superar gracias a la fuerza de su unión y de su amor.

Para nosotros, sus hijos, es un orgullo ver a nuestros padres quererse y comprenderse después de tanto tiempo, un ejemplo donde miramos cada día. Gracias a esa unión y a ese amor, somos lo que somos y hemos podido construir las familias que hoy tenemos.

Queremos aprovechar este momento para agradecerles su amor, su cañño, su ejemplo y paciencia. Nuestros padres formaron una familia desde la humildad y siempre nos han enseñado la importancia de la nobleza y de la unión.

Todos conocéis a José y a Soledad, dos fantásticas personas de las que nos sentimos realmente orgullosos

José, hombre trabajador, noble y de muy buen corazón. A pesar de sus limitaciones y dificultades en la vida, nos ha dado lo mejor de sí mismo y os aseguro que su gran sensibilidad y corazón, aunque a veces lo quiera ocultar, no tiene límites.

Soledad, nuestra madre, qué os voy a decir, es la mejor madre del mundo. Su paciencia, comprensión es infinita. No pide nunca nada y lo más maravilloso de ella es que no hace falta hablar ni explicar, su presencia transmite paz y tranquilidad.

Gracias por ser nuestros padres, sin vosotros no seriamos quienes hoy somos.