Escribo esta entrada en el blog porque son unas cuantas cosas las que contar, así que intentaré ser conciso; por una parte, los que visitaron Navas esta Semana Santa lo primero que se encontraron al entrar por el frontón fue la espectacular seta (¿boletus?) que ha tallado Gonzalo Alonso y que ha tenido a bien poner delante de casa, para que podamos disfrutarlo todos. Está tallado en un tronco de chopo y es una sola pieza.

Ya están disponibles las fotografías de Semana Santa en su sección correspondiente » y muy pronto se habilitará la posibilidad de descargarlas (solo socios de la Asociación Cultural “Pico de Navas”).

El Jueves hubo cabildo, con mucho sol pero solo una pareja de mayordomos (Almudena y Chema), y donde Chema y Pablo (que se ofreció de ayudante), subastaron los banzos sin ningún tipo de problema, pero ya se hizo saber por parte del prior (después de una búsqueda de soluciones y sugerencias) que si no hay voluntarios para el año que viene se realizará una lista con la gente susceptible de serlo (cofrades y “allegados”), de la cual se irán extrayendo nombres por sorteo. También se determinó que a partir de ahora las mujeres tienen los mismos derechos en la cofradía que los hombres.

A la misa del lavatorio sólo acudieron dos niños al tradicional lavado de pies, lo que hace peligrar la tradición, que no solo consiste en el lavado, si no en los cantos que lo acompañan, como se puede comprobar en la página web de Semana Santa ».

 

El viernes, tras la procesión del entierro con más luz que hayamos visto nunca (las velas fueron anecdóticas) se dio paso a la cena comunitaria y después la organización de la misma sirvió copas y amenizó con música el resto de la noche en la Asociación. El evento demostró ser otro éxito por el que pasaron más de 200 personas y cuya recaudación se espera que pague parte de los gastos de las fiestas patronales de Navas.

 

El sábado la misa de las 20h, que es cuando se celebra la resurrección, fue un tanto pobre, por la falta de asistencia del pueblo (fueron unas 25 personas), y comenzó a llover, lo que presagiaba un mal domingo para la procesión de Pascua, aunque el coro hiciera un magnífico trabajo con la tradicional misa de ángelus.

Efectivamente, el domingo el agua no permitió sacar a las figuras de procesión, y la misma no sólo se celebró dentro de la iglesia, también se celebró sin sacerdote, que estuvo oficiando hasta las 12:15 en Rabanera del Pinar, como se había acordado previamente con él el día anterior, cuando se puntualizó que si bien debería estar, su presencia no era imprescindible.

Ligeramente apretadas las figuras fueron pasando por la nave central hasta el niño Jesús, que se encontraba en el altar, hasta que llegó la virgen de luto, a la que se vistió de blanco mientras el coro entonaba aquello de “quítenle el luto a la Virgen…”.